Vitamina C – El cáncer, la enfermedad que todavía no se ha vencido
La vitamina C (ácido ascórbico) juega un papel importante en la formación de tumores.
En 1971, diversos estudios mostraron que la vitamina C frena el crecimiento del sarcoma en animales, un tipo de cáncer especialmente maligno. En 1980, los empleados de la revista «Nature» informaban de que pudieron realizar avances especialmente positivos en el tratamiento cuando se administraba vitamina C junto con cobre.
Otros estudios señalaron que la vitamina C combinada con selenio y cinc eran todavía más efectivos. De ello se concluye que la vitamina C es un agente que lucha contra las células cancerosas.
Los estudios de Cameron y Campbell, así como de Cameron y Pauling, mostraron en los años setenta que la administración de elevadas dosis de vitamina C aumentaba la esperanza de vida de los pacientes oncológicos.
Los pacientes que se trataron con vitamina C vivían 210 días más que otros que no recibían este tratamiento. También existen estudios japoneses que dieron resultados similares.
Ya que la terapia con infusiones de vitamina C es muy tolerable, el doctor Hartung, del centro de terapia oncológica alternativa de Kehl, opina que debe emplearse la administración de vitamina C como terapia en pacientes con cáncer siempre que sea posible.